El café de Qushtumar

Para nuestra última lectura nos hemos trasladado a Egipto, a un barrio de la ciudad de El Cairo que hemos recorrido a lo largo y ancho de 70 años, desde comienzos del s. XX.

El único autor en lengua árabe ganador del Premio Nobel de Literatura, Naguib Mahfuz, ofrece un entrañable relato de la vida de cuatro amigos desde que son niños, pasando por las sucesivas etapas: los estudios de secundaria, los primeros amores, la evolución por distintos caminos hacia la madurez, matrimonios, trabajos... 

Los cuatro se reúnen semanalmente en el café de Qústumar y comentan la situación política del país, además de hablar de sus grandes pasiones: la literatura, el cine, la filosofía y también de sus familiares y amigos. 

El barrio, un barrio popular donde todos se conocen, con costumbres tradicionales, condiciona y marca estos encuentros y se convierte en un personaje más, e igualmente va evolucionande desde los parques, el tranvía y los palacetes a los boques de pisos, el bullicio del tráfico, el exceso de vecinos y la especulación.

Con un estilo simple, regado de bellas metáforas -y desde la placided no exenta de análisis fino y certero que le conferían al autor los 70 años largos que tenía cuando lo escribió- ofrece una visión realista y detallada de sus coetáneos, pero sin juzgarles ni criticarles. Mahfuz observa, describe, deja hablar a sus personajes... sin exaltar sus virtudes y sin cuestionar sus defectos. Igualmente, ellos se toleran y se respetan y discuten sin llegar nunca a la ruptura. 

Más allá de las diferencias políticas, religiosas... está la amistad. Y eso es El café de Qushtumar: un canto a la amistad y la lealtad por encima de todas las cosas. Un elogio a la tolerancia y el respeto, un encomiable alegato a las distendidas charlas en torno a una mesa como remedio eficaz, o al menos distracción para el alma, ante los problemas, a los disgustos de la vida.

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