Todos coindicimos en que se lee muy bien, y la pudimos leer del tirón y terminarla sobrados de tiempo (por una vez..)
Ahora bien, nos pareció algo superficial tanto en la forma de contar la trama como en los datos históricos que aporta, por los que parece pasar de puntillas: el Madrid en tiempos de Carlos II.
Una familia noble formada por la condesa de Saelices y sus tres hijos empieza a ver cómo tiemblan sus cimientos ante acontecimientos inesperados: el mayor, Luis, arrastra un secreto que le ha vuelto introvertido y huidizo. El segundo, Andrés se enamora de la criada de la casa con el consiguiente escándalo... y la pequeña, Sol, mimada y engreída, se encapricha de un caballero que ella considera a su altura sin saber que un secreto va a saltar por los aires sus planes.
Centrada en la enanana que aparece en el cuadro de Las Meninas, de Velázquez, esta historia narra los vaivenes familiares en medio de los acontecimientos de esos días: en Madrid siguen las negociaciones para la boda de Carlos II con la Princesa María Luisa de Orleans. En su viaje a Roma, Luis conocerá y se asombrará con la Reina Cristina de Suecia, una gran mecenas y mujer adelantada a su tiempo. La hipocresía y las intrigas marcan los amores prohibidos de todos ellos, sometidos de las costumbres de la época. Y conoceremos la amarga historia de la enanana Maribárbola, atrapada en un cuerpo que limita su vida, su amor, su verdadero yo...
Pero, lo más importante de la tarde fueron las maravillosas galletas caseras de Nines, con las que recibimos la Navidad oficialmente. ¿A que son preciosas? Una obra de arte, mil gracias!
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